Hildebrandt sería próxima víctima de Alan García en intento de silenciar a los críticos.- Venta de Collique descubriría nuevas inmoralidades de AGP
(*) El presente artículo fue escrito por Gonzalo y publicado por César Vásquez Bazan.Hay un asunto mucho más grave que la rastrera servidumbre de la abogada del delincuente prófugo Ernesto Shultz y ahora ministra de Justicia de Alan García (*).Es el tema del férreo control de medios que intenta desesperadamente imponer el gordiflón García Pérez.Y no sólo por el escándalo provocado por las declaraciones del ex-ministro de salud, Carlos Vallejos, quien indica que se reunió con Canaán por indicación de Nava, y este confirmó que lo hizo por orden de García Pérez.Este escandaloso suceso, a excepción de La Primera, ha sido minimizado por la gran prensa aceitada con publicidad estatal y/o premiada con la vista gorda de la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (SUNAT).Lo que está ocurriendo ahora con la prensa, es decir los ataques histéricos del cerdo García a La Primera, la defenestración de Augusto Alvarez del democrático y crítico Perú 21, y la destitución de Laura Puertas, directora del programa Cuarto Poder que reveló los petroaudios al gran público, es un asunto muchísimo más grave y tiene una sola explicación: César Hildebrandt está preparando una bomba periodística de varios megatones.Se trata del faenón de Alan García vía el regalo del inmenso terreno de nuestra Escuela de Aviación Civil a un consorcio formado por un grupo chileno y la empresa Graña y Montero como socio menor.La cabeza de Graña y Montero es José Graña Miró Quesada, a quien Alan García trata muy cariñosa y familiarmente de Pepe (ver clausura del CADE 2008).Pepe es también parte del cogollo del diario donde se escribió, durante la ocupación del Perú, "primero los chilenos antes que Piérola". Del mismo diario El Comercio que trataba de terroristas a los apristas, cuando en el APRA había gentes como Arévalo, Negreiros Vega y Luis Felipe de las Casas, y no los Rómulos, Robigios, tíos George, Alans y demás excretas actuales.Pepe y Alan están interesadísimos en Collique.Pepe ganará un montón de plata y Alan, cómo no, recogerá la suya.César Hildebrandt está tras eso con datos que van a dejar en escombros al ventrudo revendedor de aviones Mirage, es decir Alan García Pérez.AGP y Pepe saben lo que se viene y están terriblemente friqueados, palteados.De allí, de este pánico en las cumbres del poder, deriva la expulsión de Augusto Alvarez Rodrich y Laura Puertas de Perú 21 y Cuarto Poder, respectivamente.El próximo paso es, a cualquier costo, o sacar a César Hildebrandt de RBC Canal 11 TV, o presionar y ajustar al dueño del canal, Ricardo Belmont, inventándole cualquier cosa para que él aparezca como el que lo saca a Hildebrandt.Los histéricos ataques de García Pérez contra el promotor del diario La Primera, Martín Belaúnde, apuntan a eso. Sibilinamente, García lo acusa de "pretender comprar Canal 5" con dinero de Hugo Chávez.Se viene pues un zarpazo de aquellos diseñado por Alan García Pérez. ¿El objetivo? La neutralización, homogenización y pasteurización de la prensa para, en lo inmediato, no perjudicar el faenón y los honorarios de éxito de Alan García Pérez que vienen de Pepe y los chilenos y para resguardar las utilidades de estos "empresarios". A más largo plazo, se ubica la meta de cuidarse las espaldas hasta que termine el "histórico" gobierno del receptor de coimas del BCCI y del Tren Eléctrico y propietario de inexplicables mansiones en París, Naplo y Chacarilla del Estanque.
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